Es de sobra sabido que la
celebración de San Valentín, el 14 de febrero, tiene su origen en Europa y que
en estas tierras no existía un día equivalente. Sin embargo, ello no quiere
decir que el amor y la amistad no existieran aquí. Repasemos algunas acepciones
en nahuatl para estos términos.
Icniuhyotl. Amistad. Entre los mexicas, la amistad era un lazo muy
importante y valioso. Como ahora, ellos no llamaban “amigo” a cualquiera, sólo
a sus más allegados. Igualmente, también en esa época existían lisonjeros que
trataban de persuadir a alguien llamándole “amigo” o “amiga”. Lo cierto es que los
amigos eran parte importante de la vida de una persona. En diversos poemas
podemos apreciar cómo se evoca la amistad. Un par de ejemplos:
…auh oc cenca nictlazohtla nocniuh in tlacatl (pero amo más a mi
amigo el ser humano). – “Amo el canto del cenzontle” de Nezahualcoyotzin.
…In ticmatih ye ontlaneltoca toyollo, tocnihuan! (¡sabemos que son reales nuestros corazones, amigos
nuestros!) – “Sueño de una palabra” de Tecayehuatzin
Algunos vocablos útiles para amigos
serían: nocniuh: amigo mío, en algunas variantes incluso se entiende como “hermano”,
para denotar un nivel de amistad muy alto; yolicniuhtli: amigo del corazón o
gran amigo, íntimo amigo; cemicniuhtli: amigo sincero; niltze: hola (es un saludo
que sólo se usa entre amigos).
Tlazohtlaliztli. Amor. Contrario a la amistad, el amor se podía interpretar
de muchas maneras. El amor de padres a hijos o entre hermanos existía, por
supuesto. Pero el amor de parejas era muy diferente. El matrimonio no se daba
como en nuestros tiempos. No existía una etapa de noviazgo ni nada parecido.
Cuando un joven alcanzaba cierta edad (17 - 19 años) eran sus padres, no él,
quienes decidían que ya era tiempo de que se casara. Con ayuda de una
casamentera que contrataban, buscaban a una joven para que fuera la esposa de
su hijo. Por supuesto, a la joven tampoco le pedían su opinión: los padres del varón
arreglaban la boda con los padres de la joven, con la casamentera como
intermediaria. Por lo tanto, antes el matrimonio era impuesto, los esposos no
escogían a su pareja y, aún así, se esperaba que fueran amorosos entre ellos y
que llevaran un matrimonio ejemplar.
A las futuras esposas se les exigía
obedecer en todo a su esposo, honrarlo, y siempre tener en orden la casa. A los
hombres se les decía que debían proveer todo para la casa y cuidar a su esposa.
De esta manera es como ellos entendían el amor: Si una esposa era fiel y
obediente, significaba que amaba a su esposo. Si un hombre era trabajador, sin
vicios y sabía cuidar a su esposa, se consideraba que era un esposo amoroso.
Algunas frases de amor en nahuatl
(en tiempos antiguos no existía el concepto de “querer a alguien”, era amar o
nada): mitztemoa noyollo, te extraño (te busca mi corazón); notlazohtlaliz, mi
amor; nimitztlazohtla, te amo; titotlazohtlah, nos amamos; miec
nimitztlazohtla, te amo mucho.