jueves, 14 de febrero de 2019

El amor y la amistad en tiempos prehispánicos


Es de sobra sabido que la celebración de San Valentín, el 14 de febrero, tiene su origen en Europa y que en estas tierras no existía un día equivalente. Sin embargo, ello no quiere decir que el amor y la amistad no existieran aquí. Repasemos algunas acepciones en nahuatl para estos términos.

Icniuhyotl. Amistad. Entre los mexicas, la amistad era un lazo muy importante y valioso. Como ahora, ellos no llamaban “amigo” a cualquiera, sólo a sus más allegados. Igualmente, también en esa época existían lisonjeros que trataban de persuadir a alguien llamándole “amigo” o “amiga”. Lo cierto es que los amigos eran parte importante de la vida de una persona. En diversos poemas podemos apreciar cómo se evoca la amistad. Un par de ejemplos:

…auh oc cenca nictlazohtla nocniuh in tlacatl (pero amo más a mi amigo el ser humano). – “Amo el canto del cenzontle” de Nezahualcoyotzin.

…In ticmatih ye ontlaneltoca toyollo, tocnihuan! (¡sabemos que son reales nuestros corazones, amigos nuestros!) – “Sueño de una palabra” de Tecayehuatzin
Algunos vocablos útiles para amigos serían: nocniuh: amigo mío, en algunas variantes incluso se entiende como “hermano”, para denotar un nivel de amistad muy alto; yolicniuhtli: amigo del corazón o gran amigo, íntimo amigo; cemicniuhtli: amigo sincero; niltze: hola (es un saludo que sólo se usa entre amigos).

Tlazohtlaliztli. Amor. Contrario a la amistad, el amor se podía interpretar de muchas maneras. El amor de padres a hijos o entre hermanos existía, por supuesto. Pero el amor de parejas era muy diferente. El matrimonio no se daba como en nuestros tiempos. No existía una etapa de noviazgo ni nada parecido. Cuando un joven alcanzaba cierta edad (17 - 19 años) eran sus padres, no él, quienes decidían que ya era tiempo de que se casara. Con ayuda de una casamentera que contrataban, buscaban a una joven para que fuera la esposa de su hijo. Por supuesto, a la joven tampoco le pedían su opinión: los padres del varón arreglaban la boda con los padres de la joven, con la casamentera como intermediaria. Por lo tanto, antes el matrimonio era impuesto, los esposos no escogían a su pareja y, aún así, se esperaba que fueran amorosos entre ellos y que llevaran un matrimonio ejemplar.
A las futuras esposas se les exigía obedecer en todo a su esposo, honrarlo, y siempre tener en orden la casa. A los hombres se les decía que debían proveer todo para la casa y cuidar a su esposa. De esta manera es como ellos entendían el amor: Si una esposa era fiel y obediente, significaba que amaba a su esposo. Si un hombre era trabajador, sin vicios y sabía cuidar a su esposa, se consideraba que era un esposo amoroso.

Algunas frases de amor en nahuatl (en tiempos antiguos no existía el concepto de “querer a alguien”, era amar o nada): mitztemoa noyollo, te extraño (te busca mi corazón); notlazohtlaliz, mi amor; nimitztlazohtla, te amo; titotlazohtlah, nos amamos; miec nimitztlazohtla, te amo mucho.

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