sábado, 25 de junio de 2016

¿La conquista de México pudo ser evitada?

Una de las primeras cosas que se preguntan en las clases de nahuatl, después de ver el tema de la conquista, es esta: ¿Y si los mexihcah hubieran…, habrían vencido a los españoles? Entre más estudia uno este tema tan controvertido, por más que se quiera ver lo contrario, más se hace a la idea que no, que la conquista era algo inminente, y las razones son las que exponemos a continuación.
Actualmente se distinguen 3 hechos que fueron claves para la conquista de Mexihco Tenochtitlan:
1) Armas españolas. Es innegable que Europa desarrolló un mejor armamento en la Edad Media. Al llegar a América, específicamente al desembarcar en Chalchiuhcueyehcan (Veracruz), los españoles hicieron alarde de su arsenal al detonar uno de sus cañones, lo cual literalmente hizo desmayar a los mexihcah que habían ido a contactar a los extranjeros. España contó con armaduras, espadas de metal, cañones y rifles. Las armas de fuego tenían 3 ventajas: Eran más letales, su ruido aturdía a los mexihcah, y el olor de la pólvora les era muy molesto. Una espada de metal destruía, tras algunos golpes, a un macuahuitl. Las armaduras volvieron inútiles las flechas mexihcatl. Pero, aunque los cañones mataron a muchos en un principio, los mexihcah comenzaron a correr en zigzag y lograron nulificar su poder. Tiempo después, en general las armas españolas perdieron ese factor de ventaja ya que incluso algunos mexihcah robaron espadas y destruyeron cañones.
2) Viruela. Muchas vidas se perdieron por la llegada de la viruela. La población fue diezmada; ninguna clase social se salvó, incluso el entonces Huehyi Tlahtoanitl Cuitlahuac murió por esta enfermedad. Pero aún con esto, la viruela no fue la razón principal para provocar la caída de Mexihco.
3) Alianzas con indígenas. Los españoles aprovecharon al máximo a Malintzin, quien se comunicó con los pueblos sometidos por Mexihco. Les dijo que los españoles los liberarían de ese dominio, les prometió libertad a los pueblos tributarios a cambio de su ayuda en la guerra contra los mexihtin. Así fue como más de 360 pueblos, encabezados por los españoles y los tlaxcaltecah, se enfrentaron a Mexihco. Era tal el odio hacia los mexihcah, que toda Mesoamérica (excepto mayas, purépechas y algunos otomíes) se alió a los españoles. Todos contra uno. Se dice que unos cuantos cientos de europeos conquistaron Anáhuac, pero no, en realidad esta guerra la ganaron más de 100,000 nativos. Éste es el factor más determinante. Los españoles sólo eran 900 cuando mucho. ¿Qué hubieran hecho 900 españoles contra 250,000 tenochcah? Aún con armas, los españoles eran ridículamente pocos. La clave de su éxito fueron las alianzas con todos los demás pueblos de Mesoamérica.
En lo personal agregaría una cuarta causa: Moteczuma Xocoyotzin. Este tlahtohquetl fue muy supersticioso. Pensó que el fin de su pueblo estaba cerca (y se sugestionó tanto, que eso pasó). Cuando llegaron los españoles, entró en pánico. Primero pensó que se trataba de Quetzalcoatl que volvía para ocupar su trono, pero luego se dio cuenta de que se trataba de humanos de tierras lejanas. Al saber esto ya no supo qué hacer. Se quedó perplejo. Simplemente el miedo lo paralizó, y con él, se paralizó Tenochtitlan entero. Fue hasta su muerte que el pueblo realmente atacó a los españoles. Algunos creemos que, si alguien de más carácter y astucia como Tlacaelel hubieran vivido en esa época, los españoles no habrían tenido oportunidad ni de llegar a Mexihco. Pero Moteczuma dejó que sus miedos se hicieran realidad, no atacó a los españoles nunca, los dejó entrar hasta el centro de Tenochtitlan, no dejó que el pueblo hiciera algo, en resumen, les facilitó el trabajo a los invasores.
Esas son las causas que nos llevan a concluir que la conquista de Mexihco era cuestión de tiempo, inevitable. Pasaron tantas cosas favorables para los españoles, al mismo tiempo, que simplemente el destino pareció decir: esto tiene que pasar.


jueves, 23 de junio de 2016

Los límites de Mexihco. ¿Qué pueblos no fueron conquistados por los mexicas?

En la historia de Mesoamérica, sobresale en gran medida la cultura mexihcatl. En el panorama local y mundial, pocas civilizaciones llegaron a extender sus dominios tanto como el pueblo del sol. En su apogeo, los mexihcah tenían sometidos a más de 360 pueblos (esta cifra varía respecto a la fuente que se consulte). Cada pueblo debía dar un tributo, a veces simbólico, a veces muy caro y a veces, era tan ridículamente escueto, que los costos de transporte eran mayores que la ofrenda en sí. Pero eso lo hacían los mexihcah a propósito para molestar a sus vasallos y a su economía.

Es incuestionable que Mexihco era la ciudad más imponente de Mesoamérica. Sin embargo, hubo 3 pueblos, sólo 3, que nunca cayeron ante el dominio tenochcatl. Los purépechas, los tlaxcaltecah y los yopes son conocidos por ser las únicas naciones independientes que quedaban a la llegada de los europeos. Cada uno de ellos, en diferentes circunstancias, supo repeler los constantes intentos de los mexihtin por conquistarlos.

Purépechas. Los habitantes de Michhuahcan (Michoacán) contaban con gran poder en el siglo XV. Su sapiencia y habilidades para la guerra quedaron manifiestas cuando aproximadamente en 1480 (un poco antes) hubo una invasión del poderoso ejército liderado por el tlahtoani Axayacatl y por el legendario Cihuacoatl mexicano Tlacaeleltzin. El ejército purépecha era mucho menor (quizá menos de la mitad del tamaño del mexicano), aun así resistieron el ataque, atraparon cientos de prisioneros y mataron a miles de mexihcah. Los mexicanos, literalmente, huyeron de la batalla para salvar sus vidas. Fue la única derrota que sufrió Tlacaelel en su vida. Se atribuye esta derrota a 2 factores: 1) Los purépechas tenían un profundo odio a los mexihcah, por lo que al combatir con ellos se esforzaban más que contra cualquier otro pueblo 2) Los purépechas, en esa época, ya comenzaban a manejar armas de metal (en específico cobre), las cuales les daban una gran ventaja respecto al macuahuitl que eran de madera y obsidiana.

Tlaxcaltecah. Los acérrimos rivales de los mexihcah. Incluso se sabe que se insultaban unos a otros llamándose 'perros'. Los tlaxcaltecah eran buenos guerreros, en buena medida porque tenían sangre otomí. Los otomíes eran reconocidos en todo Mesoamérica por ser guerreros muy buenos y muy bravos, jamás se escondían en una batalla. A pesar de ello, no tenían material humano suficiente para vencer a los mexihcah. Entonces, ¿Por qué permanecieron independientes? Básicamente porque Mexihco así lo quiso. Al tenerlos tan cerca, eran el blanco ideal para conseguir víctimas para sacrificios sin tener que viajar tanto. Además, los soldados nuevos podían entrenar combatiendo tlaxcaltecah. Aunque suene feo, la teoría más congruente señala que los tlaxcaltecah eran los 'sparrings' de los mexicas.

Yopes. Los yopes eran un pueblo muy bueno para la guerra. Su especialidad eran el arco y la flecha. Eso, aunado al inestable territorio que habitaban (hoy Guerrero) les proporcionó una gran ventaja contra mexihcah y purépechas. A los niños, cuando cumplían los 7 años, les daban un arco y flechas para que salieran a cazar su propia comida (así los entrenaban desde pequeños). Pudieron resistir ataques de ambos, y no sólo eso, sino que también lograron ganarles un poco de territorio. Llegaron a ser respetados por los mexihcah a tal grado que los jefes yopes eran invitados a fiestas en Tenochtitlan. Desgraciadamente, la pobreza y la indiferencia del gobierno por ayudarlos ha llevado a esta formidable cultura a la extinción.


Como ven, por diferentes contextos, estos pueblos fueron los únicos independientes de Mexihco. Su habilidad para la guerra ha llevado a suponer que, si estas 3 civilizaciones y los mexihcah se hubieran aliado, habrían vencido muy fácilmente a los españoles, con todo y los 360 pueblos sometidos a favor de los gachupines.

lunes, 20 de junio de 2016

Sacrificios humanos en Mesoamérica. ¿Existieron?

Si alguien de los que lee esta nota ha ido a un grupo de estos, sabrá a que me refiero. Y antes de seguir, quiero aclarar que no es mi intención ofender ni molestar a nadie, todo lo expuesto en este breve artículo está basado en códices, en fundamentos reales, no voy a inventar absolutamente nada.

¿Realmente los mexihcah sacrificaron humanos? ¿Es cierto eso de que se comían a los prisioneros de guerra? ¿Los sacrificios eran ofrecidos al sol? ¿Los sacrificados incluían mujeres y niños? La respuesta a todas estas preguntas es sí, sí rotundamente. Existen evidencias arqueológicas irrefutables e incluso la ciencia moderna ha confirmado que sí se puede extraer un corazón con un cuchillo de obsidiana. Hay hasta códices donde se ve claramente cómo un sacerdote está abriendo un cuerpo con su tecpatl para extraer el corazón del cautivo. (Códice Laud, página 8)

En Mesoamérica los sacrificios humanos existieron desde los olmecas, quienes fueron la primera civilización establecida. Para ponernos en contexto mundial, en Grecia, Roma, otras ciudades de Europa habitadas por vikingos, Medio Oriente, Japón y África también practicaron este ritual, eso está demostrado. Nuestros antepasados mesoamericanos no fueron ni los primeros, ni los únicos que hicieron sacrificios humanos. Además, nótese de qué culturas estamos hablando: griegos y romanos, vikingos y hasta japoneses. Ellos también eran (y son) gente muy culta y avanzada, y también realizaban sacrificios humanos!

¿Por qué se hacían sacrificios humanos?
Los sacrificios tenían diferentes motivos, pero todos en aras del progreso. Primeramente, los sacrificios eran hechos para atraer lluvias, mejorar las cosechas del año, traer prosperidad, alimentos, protección, y, sobre todo, tener felices a los dioses. La mayoría de los sacrificados de hecho, aceptaban esta muerte, ya que eso les garantizaba ir al Ichantzinco Tonatiuh (La Casa del Sol); algo similar al Cielo en otras religiones. Segundo, los sacrificados eran anestesiados, de tal forma que sintieran el menor dolor posible, así que queda descartado que los antiguos mexicanos ‘disfrutaban’ sacrificar. Y tercero, el tan citado ‘canibalismo’, era muy poco frecuente. Sólo los nobles, en fechas muy específicas del año, y bajo contextos muy especiales, comían la carne de los cautivos de guerra. No era la base de la alimentación mexihcatl ni mucho menos.

Una vez entendiendo ese complejo contexto, parece plausible la acción de sacrificar seres humanos entre los antiguos mexicanos. Entonces, ¿Por qué los grupos de danzantes detestan esta idea?

La respuesta es muy sencilla: Porque ellos ven al sacrificio humano desde una perspectiva actual, moderna, a veces desde una óptica católica (sin ofender a los católicos; yo mismo profeso esta religión). Sí, actualmente alguien que sacrificara humanos o se los comiera sería calificado como un criminal, demente, psicópata e inhumano. Y para los danzantes no es concebible que una cultura tan avanzada como los mexihcah, hicieran sacrificios humanos.

Pero eso es ahora. Hace 500 años, esto era mandato divino. Los dioses necesitaban alimento, y ese alimento era la sangre humana. Por lo tanto, había que hacer sacrificios o sencillamente el sol no volvería a salir, y eso acabaría con la vida en la Tierra.

El propósito de este breve artículo es entender un poco la compleja cosmovisión mesoamericana, y que no juzguemos mal a los antiguos mexicanos por sacrificar humanos, porque a su manera de ver el mundo, esto era lo correcto. Ellos no mataban por placer como los soldados actuales, ellos sacrificaban porque era necesario, debían hacerlo para que sus dioses (y por ende su mundo) siguieran existiendo. El no aceptar esta realidad significa desinformarse, significaría rechazar a nuestra cultura madre.

Para consultar:
López Luján, Alfredo. 2010. El sacrificio humano en la tradición religiosa mesoamericana. INAH

González Torres, Yolotl. 2006. El sacrificio humano entre los mexicas. FCE

sábado, 18 de junio de 2016

La fundación de Tenochtitlan. ¿Hubo una serpiente en aquella historia?

La historia sobre la fundación de México-Tenochtitlan es una mezcla de verdad y mito. No hay un convenio sobre qué o cómo ocurrió exactamente para que esto sucediera. Aun así, hay algunas imprecisiones históricas que deben ser refutadas. Una de ellas es la que indica que: “Y luego los aztecas vieron un águila parada sobre un nopal, devorando una serpiente, y allí fundaron ‘Tenochtitlán’ porque eso les dijo su dios Huitzilopochtli “. Esa es la historia que a todo mundo le cuentan en la primaria, por ahí del cuarto año. Pero esto es una gran mentira. No hay ninguna prueba de que un águila estuviera devorando una serpiente aquella mañana de 1325.

Sí hay, en cambio, evidencia de que Huitzilopochtli sí guiaba a los mexihcah (códice Boturini), sí es cierto que ellos buscaban una señal de él, y sí es cierto que vieron un águila parada sobre un nopal. Pero no vieron nunca una serpiente.

Lo que en realidad pasó hace más de 689 años fue que los mexihcah, quienes ya llevaban siglos peregrinando, al fin encontraron el lugar prometido por Huitzilopochtli. Recordemos que los mexihcah eran un pueblo pesquero de Aztlan (lugar de garzas) (por eso se llamaban aztecas), y eran tributarios de un pueblo más grande. A fin de dejar de pagar tributos y buscar una tierra propia, los aztecas salen de Aztlan y se van a buscar una tierra para ellos (para más información del trayecto consulten Crónica Mexicana, de Alvarado Tezozomoc), siempre guiados y protegidos por Huitzilopochtli, su dios tutelar, y que curiosamente sólo ellos adoraban. En Mesoamérica muchos pueblos compartían creencias en los mismos dioses, pero Huitzilopochtli sólo era adorado por los aztecas. Cuando de pronto los aztecas se querían quedar en algún lugar, Huitzilopochtli les hablaba, les recordaba que ese no era su lugar y que debían seguir buscando.

Cuando ya estaban en el valle de México, a punto de llegar al sitio prometido por su dios, éste se transformó en águila, y devoró un ave más pequeña (se cree que se trataba de un faisán). Eso fue lo que vieron los mexihcah al llegar al lugar que sería el centro de Tenochtitlan. La imagen de la nota representaría la verdadera escena de la fundación de Mexihco-Tenochtitlan.
Por un momento reflexionemos ¿Por qué iba a devorar el águila a una serpiente, si la serpiente es la imagen de otro dios mexihcatl (Quetzalcoatl)? No sería congruente. Quetzalcoatl estaba en un nivel casi igual a Huitzilopochtli (también llamado Mexihtli), por lo que no es lógico que esa escena tuviera lugar.

Entonces, la pregunta obligada es ¿De dónde surgió el cuento del águila devorando la serpiente? La respuesta: Religión. Frailes. Los españoles, en su incansable intento de evangelizar a los indígenas, en su inútil esfuerzo por quitarles a los nativos su dios, Tloqueh Nahuaqueh, e imponer uno nuevo, decidieron reconstruir la leyenda con esa serpiente, porque en el contexto católico, la serpiente es el diablo. Que el águila comiera una serpiente simbolizaba el triunfo del pueblo de Nueva España sobre el pecado mortal, simboliza el triunfo del catolicismo en este Nuevo Mundo.

Ahora bien, muchos podrán decir en este punto ¿Qué tiene de malo cambiar una presa por otra? Pues mucho, ya que esa mentira hecha por los españoles trascendió en el tiempo. ¡Hoy en día ese mito es ni más ni menos, nuestro escudo nacional! De ese tamaño es la problemática. Nuestro escudo está basado, tristemente, en un invento español para evangelizar al pueblo. Valdría mucho la pena difundir el dato, conocer más de nuestra cultura y quien sabe, tal vez algún lejano día en el futuro la imagen del escudo sea corregida.

Ma totahtzin anmechmopieli (Que nuestro venerable padre los cuide)

- Achcauhtli -

viernes, 17 de junio de 2016

Nuestro logo oficial

El nuevo logo de Lengua y Cultura Nahuatl. Con este logo también podrás identificar nuestra página de facebook: "Nahuatl, nuestra lengua" y el canal de YouTube del mismo nombre. Aquí algunos Vídeos de Nahuatl para quienes quieren aprender cosas básicas del idioma.

El penacho de Moteczuma Xocoyotzin

Esa historia la conoce la mayoría de los mexicanos: Los austriacos, en un intento de vengar la muerte de su amado noble Maximiliano de Habsburgo, consiguieron tener en su posesión un ícono nacional, el penacho de nuestro tlahtoanitl Motecuhzoma (también puede escribirse MoteczumaXocoyotzin; en diversas ocasiones el gobierno ha solicitado que se regrese ese penacho a México, y los austriacos siempre han dicho que no. Afortunadamente para algunos, las investigaciones han puesto en duda que el penacho que tienen en Austria haya sido realmente de Moteczuma, ¿Por qué?

¿Qué es/era un penacho? Biológicamente, es un conjunto de plumas que poseen algunas aves y les sirve para atraer pareja o comunicarse con los de su especie. Sin embargo, en el caso que nos atañe el penacho era un símbolo de autoridad de un tlahtoquetl. Un penacho es un objeto de gran valor porque está hecho de plumas de quetzaltototlchalchiuhtli (jade), xihuitl (turquesa), y sí, desde luego algo de cozticteocuitlatl (oro). Su equivalente actual sería como una corona.

Pues bien, cuando el gran señor que se enfurece (Moteczuma) llegó al poder en 1502, Mexihco Tenochtitlan era una ciudad inmensamente rica, debido a que los mexihcah tenían sometidos a más de 360 pueblos tributarios, de tal forma que cada 20 días llegaban enormes cargamentos de cacahuatl (cacao), oro en polvo, plumas de quetzaltototl, pieles de ocelotl (jaguar), de mazatl (venado), vestimentas de alta calidad, águilas vivas, cajas grandísimas de centli (maíz), etl (frijol), chilli(chile), xictomatl (jitomates), cautivos de guerra, escudos, itztli (obsidiana), jade y turquesas (entre otras cosas). Toda esta riqueza permitió a Moteczuma llevar una vida más ostentosa que cualquiera de sus predecesores tlahtoqui, tenía un estilo de vida al nivel de cualquier rey europeo. Se tiene bien documentado que no usaba la misma prenda de vestir dos veces, se bañaba 4 veces al día, y cuando quería comer pescado, un grupo de corredores (los painanih) iban desde Chalchiuhcueyehcan (actual Veracruz) hasta Mexihco lo más rápido que podían para que el Tlahtoani tuviera el pescado listo para el almuerzo. Además de que los platos y cubiertos con los que comía eran de altísima calidad, fabricados por artesanos con la mejor cerámica de mesoamérica.

Dicho todo esto ya no sorprende que Moteczuma hubiese tenido no uno, sino varios penachos ostentosos para uso personal. Como dato adicional para entender el lujo de un penacho, éstos llevaban 400 plumas largas de quetzal, y un quetzal crea sólo una de esas plumas en toda su vida. Es decir, necesitamos 400 quetzales diferentes para hacer un penacho, algo que hoy en día es imposible porque esta hermosa ave está en peligro de desaparecer. Y el tlahtoanitl de Mexihco tenía varios.

Pues bien, entre lo que robó Cortés y su gente efectivamente se encontraba un penacho, pero como éste no tenía tanto oro, le dieron poca o nada de importancia, hasta el hecho de que se desconoció por años la ubicación del mismo. El penacho reapareció mágicamente en Austria y los austriacos se regocijan de poseer una reliquia mexicana de ese nivel. Pero como dijimos al inicio, al parecer esto no es verdad. Y las razones son las siguientes:

1.- Un penacho es un objeto sumamente delicado. Las plumas de quetzal ni siquiera se pueden tocar con los dedos, ya que la grasa de nuestra piel daña la pluma y la descompone para siempre. ¿Los españoles sabían esto? Difícilmente. ¿Cómo podría resistir un penacho tanto ajetreo (ser llevado en barco, quedar abandonado en un rincón por décadas, ser tocado por tantas manos)?

2.- Las investigaciones han puesto en duda que ese objeto en Austria sea de la época colonial, al parecer es más reciente, por lo que no puede ser de Moteczuma.

3.- Otras investigaciones han determinado que el objeto que tienen los austriacos ni siquiera es un penacho, por la forma que tiene.

Si es que quedó algo de ese penacho, fue hace mucho, ya que actualmente sería un montón plumas totalmente descompuestas; en teoría ya no existe.

En resumen, el objeto que los austriacos dicen que es “el penacho de Moteczuma“ tiene muy pocas o nulas probabilidades de serlo, ya que ni por la forma, ni por la edad, ni por los cuidados especiales que debió tener, pasa las pruebas. Es más importante buscar recuperar reliquias reales, como los códices o esculturas de piedra.